Desarrollo de talleres de la guía de trabajo “Despatriarcalización de la Vida” en unidades educativas

Los talleres tienen el objetivo de generar espacios de encuentro, reflexión y diálogo con las maestras del nivel primario sobre el significado y valoración de ser mujer dentro del sistema patriarcal.

Con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) a través de InteRed

Durante el mes de mayo, se han llevado a cabo los talleres de implementación de la guía de trabajo “Despatriarcalización de la Vida”, en las Unidades Educativas Elizardo Pérez, Juan José Torrez, San José Fé y Alegría, Germán Busch y Litoral, de los Distritos Municipales 5 y 6 de la ciudad de El Alto. En los que participaron maestras de primaria y secundaria, como también mujeres y madres de familia.

El trabajo para impulsar la despatriarcalización en las comunidades educativas empieza con la coordinación con las/los Directores de las Unidades Educativas y con los Consejos Educativos o Juntas Escolares, así como con la Comisión Pedagógica de la Unidad, con los que se planifica y programa las actividades.

Los talleres realizados tienen el objetivo de generar espacios de encuentro, reflexión y diálogo con las maestras del nivel primario sobre el significado y valoración de ser mujer dentro del sistema patriarcal presente en el contexto educativo y en las cosmovisiones indígenas que también influyen, al compartir la identidad cultural aymara.

El desarrollo de los talleres sigue la siguiente organización: después de la bienvenida en idioma aymara y verificada las medidas de bioseguridad, se expuso el contenido del taller de acuerdo a la secuencia temática de la primera parte de los contenidos de la Guía, compartiendo los conceptos como el patriarcado, el colonialismo, el feminismo, el racismo, el capitalismo y sobre todo el machismo ―ya que consideran que es el aspecto de mayor relevancia, por lo que les es difícil hablar de despatriarcalización con sus parejas y que también entre los maestros varones existen conductas que son patriarcales―; así como el marco legal internacional y nacional para el trabajo del equilibrio y corresponsabilidad. Dando lugar a todas las opiniones, de modo que incluso en el diálogo salió que algunas participantes consideran que “el patriarcado no es malo, sino que está mal direccionado” porque aceptan que el hombre sea la “cabeza del hogar”, que se aclaraba indicando que esa percepción es la naturalización del patriarcado en nuestro contexto. Expresan también la discriminación por ser mujer, siendo profesionales, que ocurre en la familia y en ámbito laboral. Casi siempre expresan la inefectividad de las leyes y normas, por la inoperancia de la justicia.

El producto de estos espacios de reflexión y diálogo es que las participantes del taller, al concluir expresan su voluntad y aceptación del trabajo que implica la despatriarcalización y, en el caso de las maestras, se comprometen a replicar el taller con sus estudiantes, a continuar practicando la igualdad en las aulas ―aunque reclaman que la barrera es la influencia (patriarcal) de los padres de familia― y en su hogar, así como también las mamás lo expresan ―y quisieran la participación de sus esposos―, y así contribuir a eliminar la discriminación y el machismo, a pesar de las limitaciones en cada situación.

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