“NO TENGAN MIEDO A ESCUCHAR LO QUE TENEMOS QUE DECIR”

Con el apoyo de EVA – OXFAM – Dinamarca• 

En el marco del proyecto “Por el derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes con pertinencia cultural y lingüística y libre de violencia”, impulsado por CEMSE Bolivia, se llevó a cabo el Diálogo Despatriarcalizador para niñas y adolescentes del territorio aymara, una experiencia educativa transformadora realizada los días 12 y 13 de septiembre, con el apoyo de EVA-OXFAM.

Esta actividad buscó promover un análisis crítico del contexto aymara y de las múltiples formas de opresión que enfrentan las mujeres, con el fin de que niñas y adolescentes fortalezcan su educación libre de violencias patriarcales. El encuentro se desarrolló en espacios simbólicos y naturales como el mirador Niño Kollo, plaza Isabela Católica, Valle de la Luna y terminando en el Municipio de Achocalla donde las participantes vivieron una experiencia única de reconexión consigo mismas y con su territorio.

Desde una metodología centrada en la sabiduría ancestral del ajayu entendido como “el soplo de la memoria ancestral viva”, las niñas y adolescentes exploraron su fuerza interna, su historia y su autenticidad. El recorrido fue acompañado por ejercicios de fortalecimiento personal, reflexión colectiva y conexión espiritual, donde la voz y el cuerpo fueron reconocidos como herramientas de lucha y transformación. “Yo soy única, yo soy hermosa, yo soy valiosa” fue una de las consignas con las que se afirmaron a lo largo del encuentro, resignificando su identidad desde el respeto, la dignidad y la memoria.

Las voces de las participantes reflejan el profundo impacto de este diálogo. Laura Isabel Zamortegua estudiante de la U. E. Puerto de Guaqui, de El Alto, expresó: “De todas las mujeres de las que hemos hablado, me ha inspirado su valor, su fuerza, su voz. Ellas no se callaron y lucharon por nuestros derechos. Eso me motiva”.

 Por su parte, Helen Micaela Mamani estudiante de la U. E. Huyustus República de Austria, El Alto, compartió: “Cada una debe valorarse por lo que es. La autoestima también es un rasgo de liderazgo y fuerza. Nosotras, si nos lo proponemos, podemos ser más grandes”.

El equipo técnico de CEMSE también resaltó el valor simbólico del espacio y del proceso vivido. Victoria Ichuta señaló que el recorrido por el Valle de la Luna fue particularmente significativo: “Este camino enseñó que muchas veces queremos caminar acompañadas, pero también debemos aprender a caminar solas y a valorarnos en ese trayecto”.

Yara Espinoza Imaña, facilitadora, explicó la importancia del ajayu en la cultura andina como base del equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu: “Cuando tenemos conexión con nuestro ajayu, vamos a poder tener la seguridad que necesitamos para ir adelante en la vida”.

Esta experiencia forma parte de un proceso más amplio que promueve la construcción de una educación con pertinencia cultural y lingüística, despatriarcalizadora, y profundamente enraizada en los saberes del territorio. Desde el territorio aymara, las niñas y adolescentes hablaron en voz alta para proponer acciones concretas frente a las violencias, reafirmando que la educación también se construye en los caminos, en la naturaleza y en el reconocimiento mutuo.

Porque la educación debe dar oportunidades reales, y desde CEMSE creemos que otro aprendizaje es posible cuando se escucha lo que niñas y adolescentes tienen que decir.

Autora: Jessica Gonzales Boyan

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