•Con el apoyo de Generalitat Valenciana e InteRed•
Con el objetivo de fortalecer la participación social y las capacidades de liderazgo de niñas y adolescentes mujeres del territorio indígena aymara, se llevaron a cabo espacios de reflexión y diálogo sobre la resignificación de roles, estereotipos de género y cosmovisiones indígenas. Esta iniciativa forma parte del programa “Promoviendo el derecho de niñas, niños y adolescentes de pueblos indígena originarios campesinos a educarse en su propia lengua, cultura y con igualdad de género en un contexto de recuperación justa post-pandemia Covid-19 en 6 regiones de Bolivia”, impulsado por la Generalitat Valenciana e InteRed Bolivia.
Las actividades se desarrollaron en las Unidades Educativas Germán Busch I, Rafael Pabón y Boliviano Portugal, donde niñas y adolescentes participaron en vivencias sororas y análisis críticos sobre las desigualdades de género, roles impuestos y su participación en la sociedad. Las sesiones fomentaron debates sobre cómo perciben las violencias machistas en sus entornos, tanto en la educación como en sus comunidades.
“En mi casa me dicen que no puedo cortarme el cabello y siempre tengo que estar con falda, así son las niñas…”, comentó una estudiante de la U.E. Rafael Pabón, reflejando la presión social que aún enfrentan muchas niñas en su vida diaria.
La jornada comenzó con la presentación de la vida y obra de Adela Zamudio, una figura clave en la lucha por los derechos de las mujeres en Bolivia. A pesar de las limitaciones educativas de su época, Zamudio se destacó como escritora y poetisa, inspirando a las jóvenes participantes a reconocer la importancia de la autodeterminación y el aprendizaje crítico.
A través de técnicas participativas, las adolescentes fueron invitadas a expresar cómo reconocen las prácticas patriarcales y los micromachismos en su vida cotidiana. Divididas en grupos, las niñas crearon dibujos que representaban a una figura femenina, elaborando mapas que denunciaban las desigualdades presentes en sus comunidades y cómo el patriarcado afecta sus vidas. Este ejercicio permitió un análisis sobre las violencias simbólicas y culturales que enfrentan, revelando el impacto de la discriminación en sus cuerpos y espacios.
“No nos gusta que nos griten qué debemos hacer por ser niñas”, expresó otra participante, subrayando las imposiciones que reciben desde pequeñas y su deseo de desafiar esos estereotipos.
Las plenarias que siguieron fueron un espacio de expresión emocional, donde las participantes compartieron sus impresiones y sensibilidades respecto a los temas abordados. “Me gusta cuando, no me prohíben hacer cosas de chicos, mis compañeros nos animan a que juguemos fútbol…”, mencionó una niña de la U.E. Germán Busch, destacando la importancia de la inclusión y la equidad en los espacios escolares.
Las voces de las niñas y adolescentes “imillitas waskiris”, resonaron con fuerza, demostrando su determinación por desafiar las estructuras patriarcales desde sus hogares y escuelas. El cierre de las actividades enfatizó la importancia del autocuidado y la determinación de estas niñas para convertirse en agentes de cambio dentro de sus comunidades, desafiando las imposiciones de género y fomentando una nueva generación de líderes comprometidas con la equidad.
Estas experiencias no solo contribuyeron a una reflexión crítica sobre la equidad de género en la educación, sino que también empoderaron a las participantes para transformar sus realidades y las de su entorno.